Y sepa que sabr (perseverancia paciente) es de tres clases: [i] sabr mientras (se cumplen) las órdenes de Allah, [ii] sabr mientras (se abandona y se manteniene alejado de) las prohibiciones de Allah, y [iii] sabr con el Decreto de Allah con respecto a aflicciones y dificultades.
Las Virtudes de la Paciencia:
Imaam Ahmad (f.241 H.) dijo, “Allah ha mencionado sabr (perseverancia paciente) en más de noventa sitios en Su Libro. ”[2]
Y ocurre en el hadiz auténtico, “Sabr (perseverancia paciente) es luz.” [3] el Profeta (sallallaahu ‘alayhi wa sallam) también dijo, “A nadie le ha sido dado algo más excelente y más completo que sabr.” [4]
‘Umar – radiyallaahu ‘anhu – dijo, “Considerábamos que la mejor parte de nuestras vidas era aquella en la que hubo sabr. ” [5]
‘Ali – radiyallaahu ‘anhu – dijo, “Ciertamente el sabr es del imaan (fe). Su posición es como la de la cabeza con respecto al resto del cuerpo. ” Entonces él levantó su voz y dijo, “Verdaderamente, no hay ningún imaan (fe) para el que no tiene sabr.” [6]
El significado de Paciencia:
La palabra sabr (en la lengua árabe) es de sabara – ser paciente y perseverar, y esto indica contenerse y refrenarse a uno mismo. (En el sentido Shaí’ah) esto implica: refrenar el alma de ser agitada; refrenar la lengua de quejarse y retener las manos de darse palmadas en las mejillas (N.T.C. como gesto de desgracia y dolor), rasgando la ropa y haciendo otras acciones similares. Esto ha sido mencionado por Ibnul-Qayyim (f.750 H.). [7]
Y sepa que sabr (perseverancia paciente) es de tres tipos: [i] sabr mientras (se realiza) las órdenes de Allah, [ii] sabr mientras (se abandonan y se aleja de) las prohibiciones de Allah, [iii] sabr con el Decreto de Allah con respecto a las aflicciones y dificultades.
Guía para los Corazones:
Allah – el Altísimo – dice “El que crea en Allah, habrá guiado su corazón. Allah es Conocedor de cada cosa.” [8]
Y este ayah comienza con, “Nada de lo que sobreviene es sin permiso de Allah.” Sobre esto, Ibn ‘Abbaas dijo, “Por el permiso de Allah – quiere decir: por SU Voluntad y SU Poder.” [9]
Luego el sentido de este ayah es: No ocurre aflicción alguna sin que sea por SU Mashí’ah (Voluntad), SU Iraadah (Deseo) y SU Hikmah (Sabiduría) – como Allah dice: “No hay nada que ocurra en la tierra o en vosotros mismos, sin que esté en un libro antes de que lo hayamos causado. Eso es fácil para Allah.” [10] Y Allah dice, “Pero anuncia buenas nuevas a los pacientes. Aquéllos que cuando les ocurre alguna desgracia dicen: "De Allah somos y a Él hemos de volver". Bendiciones de su Señor y misericordia se derramarán sobre ellos. Son los que están guiados.” [11]
Y el dicho de Allah, “El que crea en Allah, habrá guiado su corazón.” Quiere decir, “Quienquiera – cuando se ve aquejado con una aflicción – sabe que es por el Decreto de Allah y Su Poder, y así con paciencia se rinde a ello, entonces Allah recompensa a tal persona por medio de guiar rectamente su corazón. Luego, esta es la causa primordial de toda felicidad, y la fundación de la excelencia en este mundo y en la Otra Vida. Y Allah le promete a tal persona (una recompensa) por lo que Él ha tomado de ella. ”[12] y el dicho de Allah: “Allah es Conocedor de cada cosa” es un recordatorio que tal aflicción es por medio de SU Conocimiento la cual requiere de Su Sabiduría, la cual obliga sabr y contento con Su Decreto.
Abu Dhibián dijo: Estabamos con ‘Alqamah [13] y este ayah le fué recitada, “El que crea en Allah, habrá guiado su corazón.” Entonces él dijo, “Es el hombre quien – cuando es afligido con una calamidad – sabe que es de Allah, entonces el se complace con ella y se somete a ella.” [14]
En la narración anterior está una evidencia de las acciones son parte del imaan (fé).
Sa’íd Ibn Jubayr (f.104H) dijo sobre: “El que crea en Allah, habrá guiado su corazón.” Dijo, “Que (en el tiempo de una desgracia) una persona dice: Ciertamente, a Allah pertenecemos y a ÉL retornaremos.”
En el ayah anterior hay una explicación de que tener sabr es la causa para la guía del corazón; siendo esta la recompensa para el saabir (el que que tiene paciencia).
Quejarse contra el Decreto de Allah:
El Profeta (sallallaahu ‘alayhi wa sallam) dijo, “Dos características de la de la incredulidad: atacar contra la genealogía de alguien y lamentarse por el difunto.”[15] Significa: que estas dos características son acciones de kufr (incredulidad), ya que éstas son acciones del jahilía (ignorancia pre-Islámica) que continúan permaneciendo en la gente. Y nadie se mantendrá a salvo de ellas, excepto uno a quien Allah le concede la seguridad, y uno a quien Allah le concede el conocimiento y el imán (fé).
Sin embargo – debería saberse – que quienquiera que tenga en él una rama del kufr (incredulidad), esto no causa que la persona se convierta en un káfir (incrédulo) con el kufr absoluto; al igual que una persona que tiene en ella una rama del imán (fé), no es llamado un mu’min (creyente) con el absoluto imán. En efecto, hay una diferencia entre la palabra kufr teniendo ligado el artículo definido (es decir, al-kufr) y la palabra kufr sin el artículo definido – como sucede en el dicho del Profeta, “No hay nada entre un siervo y entre al-kufr y ash-shirk, excepto el abandono de la Oración.” [16]
El dicho del Profeta (sallallaahu ‘alayhi wa sallam), “Atacar contra geneología de alguien,” quiere decir: descubriendo las faltas y defectos. En esto entra también el desmentido falso de una persona de la genealogía de otro hombre diciendo, “Este no es el hijo de tal y tal,” y la persona sabía que este desmentido era falso.
Y su dicho, “y lamentarse por los muertos.” quiere decir: elevar la voz en lamentación y gemir (plañir) y en enumerar las virtudes del difunto. Todo esto es una forma de queja contra el Decreto de Allah y está contra el tener sabr – tal como el dicho del que se lamenta: “él era mi amigo íntimo,” o “él era mi ayuda y apoyo.”
Luego en el hadiz anterior hay una evidencia para la obligación de tener sabr, y una prueba de que hay un tipo de kufr (incredulidad) que no hace que su hacedor se vuelva un káfir.
Corazones Sensibles y Lágrimas Compasivas:
El Profeta (sallallaahu ‘alayhi wa sallam) dijo, “No es uno de nosotros el que se golpea las mejillas, se rasga la ropa y llama con la llamada del jahilía (ignorancia pre-Islámica).” [17] Esta es una de aquellas amenazas textuales relacionadas en la Revelación. Es relatado de Sufyaan az-Zauri e Imaam Ahmad que les disgustaba explicar el sentido de tales amenazas, de modo que la gente tuviera miedo de cometer tales acciones y permanecería lejos de ellas. Esta narración es una prueba que las acciones mencionadas son contra el imaan completo (fé).
Al-Haafidh Ibn Hajar (f.852H) explicando el dicho, “Quienquiera que se golpea las mejillas,” dijo, “las mejillas han sido particularizadas ya que es sitio más común de golpear. Sin embargo, golpearse cualquier otra parte de la cara es exactamente igual.” [18]
El dicho del Profeta, “Se rasgan la ropa,” implica: rasgar abriendo la ropa del pecho. Esta era la práctica de la gente del jaahilía (ignorancia pre-Islámica) como señal de lamentar al difunto.
Ibn Taymía (f.728H) dijo sobre, “y llama con la llamada de jaahilía,” “Esto significa llorar sobre el difunto.” [19]
Ibnul-Qayim – rahimahullaah – dijo, “Incluido en llamar con la llamada del jaahilía es llamar a la organización en tribus, partidismo y espíritu partidista; siendo afanado y fanático con el madhhab de uno (escuela de pensamiento), partido, o Shaykh; dando precedencia a uno sobre el otro y llamando a esto; y formando alianzas y enemistad basadas en esto. Todo esto es de las llamadas de jaahilía.”
Abu ‘Umaamah relata que el Mensajero de Allah (sallallaahu ‘alayhi wa sallam) maldijo a las mujeres que se golpean sus caras, rasgan sus vestiduras y lamentan sobre el difunto. [20]
Luego esto es una prueba de que todos estos asuntos son de los pecados mayores. Además, quienquiera que se lamente quienquiera se lamenta ligeramente - sin ser impaciente con el Decreto de Allah, ni quejarse contra este, y dice sólo lo que es verdad – entonces tal lamentación es aceptable. Como la lamentación de Abu Bakr [21] y Fátima [22] (radiyallaahu ‘anhumaa) cuando el Mensajero de Allah (sallallaahu ‘alayhi wa sallam) murió. Hay un texto también de Imaam Ahmad acerca de esto. [23]
Sin embargo, esta no es una evidencia para la prohibición de llorar, ya que esto ocurre en una narración auténtica que: Cuando el Mensajero de Allah (sallallaahu ‘alayhi wa sallam) llegó a saber sobre la muerte de su hijo Ibrahim, él dijo, “Los ojos derraman lágrimas, el corazón se apena, pero no decimos salvo lo que complace a nuestro Señor. ¡Oh, Ibrahim! Es debido a tí que nos apenamos.” [24]
En los dos Sahihs Usaamah Ibn Zayd relata que: El Mensajero de Allah (sallallaahu ‘alayhi wa sallam) fué a una de sus hijas, quien tenía con ella un niño pequeño que se estaba muriendo. Entonces ella levantó al niño y lo colocó en su regazo, quien jadeaba por falta de aire. Viendo esto, las lágrimas rodaron de los ojos del Profeta (sallallaahu ‘alayhi wa el sallam's). Entonces Sa’d dijo: ¡Oh, Mensajero de Allah! ¿Qué es esto? Entonces él contestó, “Esta es la misericordia que Allah pone en los corazones de Sus siervos. Y Allah es misericordioso con aquellos de Sus siervos que muestran misericordia con los demás.” [25]
Tribulaciones Afrontadas por los Creyentes:
El Mensajero de Allah (sallallaahu ‘alayhi wa sallam) dijo, “Cuando quiera que Allah desea hacerle bien a un siervo, Él se apresura en castigarlo en este mundo. Y siempre que Allah quiera el mal para un siervo, Él pospone el castigo hasta el Día del Juicio. ” [26]
Su dicho, “Cuando quiera que Allah desea hacerle bien a un siervo, Él se apresura a castigarlo en este mundo.” significa: que él es castigado siendo afectado con dificultades y aflicciones por causa de los pecados que él ha cometido, debido a las cuales (dificultades y aflicciones) lo limpian de todos ellos, y en la Otra Vida él no tiene que dar cuenta de ningún pecado.
Shaykhul-Islaam Ibn Taymía dijo, “El acontecimiento de aflicciones es realmente una forma de bendición, ya que estas son una expiación para los pecados cometidos y llaman a que una persona tenga sabr – para que él sea debidamente recompensado. Igualmente estas hacen que la persona se vuelva a Allah en arrepentimiento, siendo humildes y sumisos ante Él, al mismo tiempo alejándose de tener esperanzas en cualquiera de la creación. Hay – además de éstos – otras grandes ventajas.
Así, aquellas aflicciones que acontecen a una persona son realmente la causa de que Allah borre sus pecados, y esta es una de las mayores bendiciónes. Luego el acontecimiento de calamidades son una fuente de mirsericordia y generosidad, proporcionando que tal persona no entre en aquello que es una causa para una desobediencia aún mayor que antes. Ya que esta calamidad llegará a ser una causa de gran mal para la Religión de la persona. Ciertamente, hay gente quienes – cuando se ven aquejados con una tribulación o una aflicción; como la pobreza, la enfermedad o el hambre – hace que la hipocresía brote en ellos, o hace que sus corazones se vuelvan enfermos, o esto hace que ellos caigan en ingratitud e incredulidad, o abandonen ciertas obligaciones o cometan ciertos actos prohibidos – todo lo cual es muy dañoso para la Religión de uno. Luego para permanecer a salvo, y estar protegido contra tales aflicciones y tribulaciones, es mejor para una persona, ya que las aflicciones y las pruebas – en lugar de ser una fuente de bendiciones – se vuelve una fuente de gran daño. Sin embargo, si la persona hubiera tenido sabr y hubiera permanecido obediente, entonces tal aflicción habría sido la causa de misericordia y bendiciónes de Allah – el Fuerte y Majestuoso - lo que requiere Alabarlo.
Luego quienquiera que sufre con una calamidad y es proveído de sabr, entonces este sabr es una bendición para la persona y una misericordia para él, ya que sus pecados son expiados debido a ella. Igualmente su Señor otorga sobre él alabanzas y oraciones, como Allah – el Majestuoso – dice,
“Y tened por cierto que os pondremos a prueba con temor, hambre, pérdida de riqueza, personas y frutos. Pero anuncia buenas nuevas a los pacientes. Aquéllos que cuando les ocurre alguna desgracia dicen: "De Allah somos y a Él hemos de volver". Bendiciones de su Señor y misericordia se derramarán sobre ellos. Son los que están guiados.” [27]
Tal persona también es perdonada por su Señor por sus pecados, y es elevada a rangos más altos – todo esto es debido al que tiene sabr.” [28]
El dicho del Profeta, “ Y siempre que Allah quiera el mal para un siervo, Él pospone el castigo hasta el Día del Juicio,” significa: que el castigo de tal persona es retrasado hasta la Otra Vida, donde él recibirá un castigo severo.
Al-’Azizi (f.1070 H) dijo, “Tal persona no es castigada en este mundo, de modo que en la Otra Vida pueda ser castigado de un modo totalmente merecido.” [29]
El hadiz citado anteriormente es una lección y un recordatorio de que hay que tener buenas expectativas en Allah y una buena opinión sobre Él en cuanto a lo que Él ha decretado para una persona, como Allah – el más Alto – dice,
“... puede que os disguste algo que sea un bien para vosotros y que améis algo que es un mal. Allah sabe y vosotros no sabéis.” [30]
Las Recompensas Son Proporcionales a las Calamidades:
El Profeta sallallâhu ‘alayhi wa sallam dijo, "La recompensa es directamente proporcional a la aflicción. Si Allah ama a una gente, Él los inflige con una calamidad. Quienesquiera que lo aceptan, Allah está complacido con ellos, y quienesquiera que se resientan por ello, Allah está disgustado con ellos" [31]
Igualmente, el Profeta (sallallaahu ‘alayhi wa sallam) dijo, “Siempre que Allah ama a una gente, Él envía la aflicción sobre ellos. De modo que quienquiera que es paciente, es uno de los pacientes, y quienquiera que se resiente por ello, es uno de los resentidos.” [32]
El significado del primer hadiz es: cuanto mayor es la aflicción, mayor es la recompensa. Y es dicho: Ciertamente, las aflicciones ocasionan una recompensa así como la expiación de los pecados. Este era el dicho preferido de Ibnul-Qayim que el que es afectado con una calamidad no es sólo recompensado por ello, sino que sus pecados le son expiados también. Sin embargo, si esta aflicción fué la causa de que él hiciera ciertas acciones piadosas – como tener sabr, contento con el Decreto de Allah, arrepentirse a Allaah o pedirle Su perdón – entonces la persona será recompensada por tales acciones también. A causa de esto se dice que el sentido del hadiz es: Ciertamente, la recompensa es proporcional a la aflicción, siempre que haya sabr y expectativa de la recompensa.
Del mismo modo, en el hadiz de Sa'd, ‘Preguntaron al Profeta (sallallaahu ‘alayhi wa sallam), ‘¿Quién de la humanidad sufre las mayores calamidades?’ Él contestó, ‘Los Profetas, después aquellos más parecidos a ellos, después los que más se asemejan a ellos. Una persona sufre con calamidades en comparación a su Religión, luego si él es firme en su Religión, entonces sus aflicciones son fuertes y si él es débil en su Religión, entonces sus aflicciones son más leves. Una persona sufre con calamidades hasta que es dejado andando sobre la faz de esta tierra sin pecado alguno.” [33]
Este hadiz y semejantes son de las pruebas del Tawhid. Ya que si una persona supiera que los Profetas y los awliyaa’ (los amigos/partidarios de Allah) son aquejados ellos mismos con calamidades y que ninguno puede quitar estas aflicciones de ellos excepto Allah, entonces se conocerá que ellos no pueden traer, ni beneficio, ni proteger del daño a sí mismos – luego ¡¿cómo pueden ellos proteger del daño a otros?! Así, más bien, en lugar de volverse a los Profetas y la gente piadosa para que quiten el daño, o alivien las preocupaciones y la pena, habría que volverse directamente solo a Allah – El Único capaz de lograr esto.
LOGRAR LA TRANQUILIDAD:
Y ar-Ridaa (la complacencia de Allah) – que sucede en el dicho del Profeta (sallallaahu ‘alayhi wa sallam), “Luego quienquiera que esté complacido, entonces Allah está complacido con él. ”–es uno de los Atributos con los cuales Allah se ha descrito en varios sitios en Su Libro, como Su dicho,
“La recompensa que junto a su Señor les espera, son los Jardines de Adán por cuyo suelo corren los ríos.
En ellos serán inmortales para siempre.
Allah estará satisfecho de ellos y ellos lo estarán de Él.” [34]
La senda de los Salaf (los Predecesores Piadosos) y aquellos que les siguen de Ahlus-Sunnah (los seguidores de la Sunnah) es afirmar aquellos atributos que Allah ha afirmado para Sí Mismo, o los cuales han sido afirmados por SU Mensajero (sallallaahu ‘alayhi wa sallam) – de un modo que es propio de SU Majestad y Grandeza – sin tamzill (parecido de Allah a cualquiera de SU Creación), y sin ta’til (despojar a Allah de SUS Atributos). Entonces cuando Allah – el Altísimo – está complacido con alguno, entonces esa persona ha adquirido todo lo bueno y la excelencia y está a salvo de todos los males.
Ar-Ridaa es: el rendimiento de un siervo de sus asuntos a Allah, teniendo una opinión buena sobre Él y esperando SU recompensa. Tal persona experimentará entonces la tranquilidad y la alegría, el amor de Allah y la confianza en Él.
Ibn Mas’ud – (radiyallaahu ‘anhu) – dijo, “Ciertamente Allah – de Su Justicia y Equidad – hizo el placer y la tranquilidad condicionados del yaqín (certeza) y ridaa (complacencia). Y Él hizo que la pena, la ansiedad y la preocupación fuera el resultado de la duda y el resentimiento.” [35]
El significado de resentimiento es: “Un disgusto por algo, con la ausencia de la complacencia.” [36] Así, quienquiera que se ofende (N.T.C. Se sienta molesto) por lo que Allah ha decretado, entonces Allah se ofenderá por aquella persona; y esto es suficiente como castigo de Allah. También, del hadiz anterior, algunos Eruditos han deducido que el ridaa (alegría y complacencia) con el Decreto de Allaah es obligatorio – esta era la opinión de Ibn ‘Aqíl. Sin embargo, Abu Al-Qadi Ya’laa no lo consideró que fuera obligatorio [sino más bien, preferible], y esta fué la opinión preferida de Shaykhul-Islam Ibn Taymía e Ibnul-Qayim.[37]
Shaykhul-Islam Ibn Taymía dijo, “Así como hay una orden específica ligada a tener sabr (paciencia), no hay, sin embargo, ninguna orden de tener ridaa (alegría y complacencia). Más bien, hay una alabanza y una excelencia para aquellos que tienen ridaa con el Decreto de Allah.” Él dijo a continuación, “La narración: ‘Quienquiera no tiene sabr con Mis aflicciones, ni tiene ridaa con Mi Decreto, ha tomado a un Señor, otro que Yo.’ [38] Esta narración es una de los Isra'elíat (israelita) y no está auténticamente relatada del Profeta (sallallaahu ‘alayhi wa sallam).” [39]
Shaykhul-Islaam Ibn Taymía también dijo, “En efecto, hay un estado más alto que [ambas sabr y] el ridaa, y ese es mostrar shukr (gratitud) a Allah por la aflicción, ya que esta es la causa de recibir la excelencia y las recompensas. ”[40]
Notas de pie de página:
[1] Editado y adaptado de Fathul-Majid li Sharh Kitaabit-Tawhid (2/603-615); Cápitulo: Del iman (fé) en Allah es tener sabr (paciencia) con el Decreto de Allah.
[2] Relatado por Ibnul-Qayim en Madaarijus-Saalikín (2/152).
[3] Relatado por Muslim (no. 223) y Ahmad (5/343), de Abu Maalik al-Ash’arí (radiyallaahu ‘anhu).
[4] Relatado por al-Bukhari (no. 1469) y Muslim (no. l053), de Abu Sa’id al-Khudri (radiyallâhu ‘anhu).
[5] Relatado por al-Bukhari (1 l/303) en forma ta’liq, y este ha sido relatado en forma conectada por Imaam Ahmad en az-Zuhd con un isnaad Sahih – como al-Haafiz Ibn Hajar mencionado en Fathul-Baari (11/303).
[6] Relatado por al-Laalikaa’i en Sharh Usul I’tiqaad Ahlus-Sunnah wal-Yamaa’ah (no. 1659), al-Bayhaqi en Shu’abul-Imaan y Abi Shaybaan en Kitaabul-Imaan (no. 130), con una ligera diferencia en el fraseo.
[7] Madaarijus-Saalikín (2/156) de Ibnul-Qayyim.
[8] Suratut-Taghaabun [64:11]
[9] Tasfir Qur’aanul-’Adhim (2/164) de Ibn Kazir
[10] Suratul-Hadid [57:22]
[11] Suratul-Baqarah [2:155-157]
[12] Tasfir Qur’aanul-’Adhim (8/163)
[13] Relatado por Ibn Jarir at-Tabari en Jaami’ul-Bayaan ‘an Ta’wilil-Qur’aan (28/123), ‘Abdur-Razzaaq en su Tafsir (3/95) y también as-Suyuti en ad-Durrul-Manzur (8/183). Es también relatado por al-Bukhari en forma ta’liq (8/652) de Ibn Mas’ud.
[14] Tahdibut-Tahdbib (7/276) de Ibn Hajar al-’Asqalaani
[15] Relatado por Muslim (no. 67) y Ahmad (2/377), de Abu Huraira (radiyallaahu ‘anhu).
[16] Relatado por Muslim (no. 82), Abu Daud (no. 4679) y at-Tirmidi (no. 2621), de Jaabir Ibn ‘Abdullah (radiyallaahu ‘anhu).
[17] Relatado por al-Bukhari (no. 1294) y Muslim (no. 103), de Ibn Mas’ud (radiyallaahu ‘anhu).
[18] Fathul-Baari (3/164) de Ibn Hajar.
[19] Iqtidaa’us-Siraatil-Mustaqim (l/204) de Shaykhul-Islaam Ibn Taymía.
[20] Sahih: Relatado por Ibn Maajah (no. 1584) y también Ibn Hibbaan (no. 737). Al-Bawsiri autentificado en Masaabihuz-Zajaajah (1/521).
[21] Relatado por Ahmad (6/31), de ‘Aa’ishah (radiyallaahu ‘anhaa).
[22] Relatado por al-Bukhari (no. 4462) e Ibn Maajah (no. 1629-1630), de Anas (radiyallaahu ‘anhu).
[23] Como az-Zarkashi menciona en Sharh Mukhtasarul-Kharqi (2/356).
[24] Relatado por al-Bukhari (no. 1303) y Muslim (no. 2315), de Anas and Asmaa’ Bint Yazid (radiyallaahu ‘anhumaa).
[25] Relatado por al-Bukhari (no. 1283) y Muslim (no. 923).
[26] Sahih: Relatado por at-Tirmidi (no. 2398) y al-Haakim en al-Mustadrak (1/340), de Anas (radiyallaahu ‘anhu). Fué autentificado por Shaykh al-Albani en as-Sahihah (no. 1220).
[27] Suratul-Baqarah [2:155-157]
[28] Resumido de Majmu’ul-Fataawaa (10/48) de Ibn Taymía.
[29] as-Siraajul-Munir (l/88) de al-’Azizi
[30] Suratul-Baqarah [2:216]
[31] Hasan: Relatado por at-Tirmidi (no. 2398) e Ibn Maajah (no. 4021), de Anas (radiyallaahu ‘anhu). Fué autentificado por Shaykh al-Albani en as-Sahihah (no. 146).
[32] Sahih: Relatado por Ahmad (5/427),de Mahmud Ibn Lubayd (radiyallaahu ‘anhu). Fué autentificado por al-Mundhari en at-Targhib wat-Tarhib (4/283), al-Haythami Majma’uz-Zawaa’id (2/291) e Ibn Hajar en Fathul-Baari (10/108).
[33] Sahih: Relatado por Ahmad (l/172), at-Tirmidi (no. 2398) e Ibn Maajah (no. 4023). Fué autentificado por Shaykh al-Albani en as-Sahihah (no.143).
[34] Suratul-Bayyinah [98:8]
[35] Relatado por Ibn Abi Dunia en Kitaabur-Ridaa (no. 94) y también por al-Bayhaqi en Shu’abul-Imaan (no. 205).
[36] an-Nihaayah fi Gharibil-Hadiz (2/350) de Ibn al-Athir
[37] Madaarijus-Saalikin (2/171,184) de Ibnul-Qayyim.
[38] Da’if Jiddan: Relatado por at-Tabaraani en al-Kabir (22/320), Ibn Hibbaan en al-Majruhin (1/324) y al-Khatib en at-Talkhis (39/2) todo por medio de Sa’id Ibn Ziyaad. Al-Haythami dijo en al-Majma’ (7/207), “En él está Sa’id Ibn Ziyaad quien es matruk (dejado).” Y al-Haafidh al-’Iraqi dijo en Takhrijul-Ihyaa’ (3/296), “Su isnaad es débil.” Y al-Manaawi dijo, “Da’if Jiddan (muy débil)” como sucede en ad-Da’ifah (no. 505).
[39] Ibnul-Qayim relató esto en Madaarijus-Saalikin (2/171).
[40] Majmu’ul-Fataawaa (11/260) de Ibn Taymía.
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N.T.C.= Nota del Traductor al Castellano
Traducido del inglés por Ummu Abderahman Yasmina al Andalussia - See more at: http://perlasdelislam.blogspot.com.es/2011/12/paciencia-la-solucion-para-los-pesares.html#sthash.SwJhW3Lb.dpuf